La falta de agua potable es mucho más grave que solucionar la sed.Se estima que el 80% de todas las enfermedades y el 33% de la muertes están relacionadas con la inadecuada calidad del agua. Las mas frecuentes son las gastrointestinales, como el cólera , aunque también hay hepatitis y disentería."En la Ciudad de Buenos Aires, más de 250.000 personas viven en condiciones de indignidad: no acceden a agua potable, electricidad segura y servicios de cloacas. Rosario Quispe vive desde hace cuatro años en la villa 20 de Villa Lugano junto a sus 5 hijos y su marido. En su casa no hay agua potable. La poca que llega por la cañería que ellos mismos armaron casi no tienen presión y están contaminadas,puede estar mezclada con las cloacas que al llover rebalsan y cubre todo. Ese cuadro se repite en casi todas las precarias casas del asentamiento."Se que el agua está contaminada, pero no queda otra,por eso la hiervo. Ahora,con mucho esfuerzo y ayuda,pude comprar un tanque de agua y una pequeña bomba para tener agua.
Antes tenía que esperar que pasara el camión cisterna, pero no venía todos los días" , explica. Por eso, por las noches , cuando hay un poco más de presión llena su tanque para aprovisionarse para todo el día siguiente.
A pesar de estos recaudos, a uno de sus hijos les descubrieron plomo en sangre, como a tantos otros chicos de allí, porque toda la villa se asienta sobre tierra contaminada.
La villa 20 está en una de las zonas más densamente poblabas del país y se nutre de la cuenca Riachuelo-Matanza ,que tambíen es el sector más contaminado por residuos industriales, agroquímicos y orgánicos provenientes de las cloacas. Según datos relevados por Greenpeace, en su más 2200 km2 viven 3 millones de personas, de las cuales el 35% no tiene acceso al agua potable y el 55% no tiene servicio cloacal por lo que utilizan pozos ciegos o cámaras sépticas.
Esta situación es moneda corriente en casi toda las villas porteñas.
Más allá de los problemas de agua y contaminación que deben resolver las autoridades, lo cierto es que cada uno pueda hacer lo propio. Acción tan sencillas como arreglar una canilla que gotea o no deja correr el agua al lavarse los dientes permite cuidar un recurso escaso para que más gente puede aprovecharlo.